Emprendedores: Alpargatas Paez.

Una necesidad personal, no económica, fue lo que impulsó a Tomás Pando a comenzar una empresa. “Estaba un poco enamorado de la idea de emprender”, cuenta. “El trabajo en relación de dependencia no me generaba satisfacción”. Así, comenzó a “molestar” a su compañero de facultad Francisco Murray para armar algo. Luego de considerar todo tipo de negocios, Pando se encontró con un artículo periodístico en un diario de Estados Unidos que se preguntaba: “¿Son las alpargatas las nuevas hawaianas?”. Y él se preguntó: “¿Por qué no puede un commodity argentino explotar como la ojota?” Pusieron manos a la obra en 2007 y nacieron las alpargatas Paez. Francisco Piasentini se sumó a la sociedad y en 2008 ya vendían al exterior. Decidieron avanzar y abrieron una planta propia en San Martín, donde centralizaron fabricación y logística. Pero los planes de negocio se congelaron por culpa de la crisis internacional. “En 2009 quedamos con una estructura mínima”, dice Pando. Pasado el vendaval, consiguieron nuevos clientes y paralelamente fueron creciendo en el mercado interno. Hoy facturan $8 millones anuales y tienen 40 empleados. Para 2012 planean doblar la facturación y tener un 50% más de empleados. “La burocracia es un obstáculo para emprender, aunque está empezando a mejorar”, dice Pando.

FUENTE: Ieco Clarín 12-02-2012.-

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