Importar o no importar: Campeona argentina de ciclismo, Daniela Donadío creó una empresa de eventos que organiza ExpoBici. Diseñó las bicicletas para el sistema porteño de ciclovías y exporta la marca Trek.
A Daniela Donadío le costaba entender a la gente que sacaba la bicicleta los domingos para hacer sólo 10 kilómetros. “Pero me encantaba ese público, porque estaban todos felices”, cuenta. “Y pensé ‘éstos se creen que hay sólo tres marcas de bicicletas’”.
Es fácil comprender por qué ella no entendía a los amateurs. Donadío fue fue siete veces campeona argentina de ciclismo, campeona sudamericana y subcampeona panamericana; y representó al país en tres mundiales a lo largo de una carrera de once años, que empezó cuando estaba en la secundaria y terminó en 2001, unos meses antes de la gran debacle en la Argentina.
Aunque su padre fue siempre su mentor, también provenía de su familia el mandato de estudiar al mismo tiempo que se entrenaba de lunes a lunes. Se graduó en la carrera de Relaciones Públicas en la Universidad Kennedy (“la única que me becó como deportista, porque yo me pasaba la mitad del año fuera de la facultad”). En esa especialidad, tuvo su primer trabajo en relación de dependencia en Red Bull, para la cual organizaba eventos deportivos. “Me gustaba el trabajo, pero no cumplir horario, tipo colegio. Entonces empecé a dar clases para pedalear otra vez”, cuenta.
Daba entrenamiento en mountain bike y en poco tiempo llegó a tener 120 alumnos. Vivió de eso cinco años hasta que tuvo el “momento ajá”, en que se dio cuenta de que había todo un mercado de neófitos y que iba a haber más, porque el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se disponía, en 2009, a desarrollar las bicisendas (ver “Ciclovías: oportunidad sin crisis”).
De modo que le transfirió a su hermano, Sebastián –quien por su parte conducía grupos de entrenamiento de equipos de ciclismo en ruta y pista– todos sus alumnos, quien los recibió en lo que hoy sigue siendo Donadío Escuela de Ciclismo. Y ella se puso a visitar fabricantes para lo que aun hoy es su principal fuente de ingresos: ExpoBici. Justamente, para que los amateurs vieran que había más de tres marcas. Y para que los no tan amateurs también tuvieran su oportunidad de ver todo lo que había disponible en el país.
“Conocía a los dueños de todas las marcas, así que los llamé uno por uno. Los primeros tres me dijeron que estaba loca”, recuerda Donadío. Es que era 2013 y ya había problemas con la importación, que también padecían los que fabricaban localmente, porque en una bicicleta también hay componentes importados. “Yo les decía que hiciéramos un festival para mostrar lo que ya teníamos, no lo que iba a venir”, añade.
Y los convenció. Ese mismo año se hizo la primera ExpoBici en Costa Salguero, a la que asistieron 15.000 personas. La segunda edición, en 2014, duplicó la cantidad de stands, actividades y concurrentes. En 2015, ExpoBici tuvo lugar en La Rural y desde entonces, ésa es la locación de la megaexposición de ciclismo, que se hace siempre en noviembre (este año será los días 11, 12 y 13).
Donadío volvió a subir la apuesta cuando decidió traer al país la marca número uno a nivel mundial: Trek, que abarca todas las gamas de bicletas y se caracteriza por su alto componente tecnológico. Empezó buscando por Internet direcciones de mail a las cuales dirigirse; después de varias entrevistas en los Estados Unidos y en Buenos Aires, quedó en una terna; y finalmente fue la elegida, junto con tres socios. El primer embarque, que recién están terminando de vender, entró en julio. También importan artículos de Bontrager, marca de accesorios para ciclistas como cascos, indumentaria o infladores.
“Trek no compite con el producto nacional, sino con el importado que ya hay”, destaca Donadío. “Hay gente muy básica que pensó que yo, al traer Trek, le competía; pero en general entendieron que tener en el país una marca líder levanta el mercado para todos”, concluye.
FUENTE: Ieco Clarín, por Paula Ancery.