Emprendedores: Professia. Un contador y un abogado adaptaron a la cultura argentina el sistema norteamericano por el cual las empresas les brindan a sus trabajadores asistencia profesional en materias impositiva, legal y hasta médicas, entre otras.

Ya sea como parte del paquete de beneficios o simplemente como un modo de que los empleados se sientan cómodos, es frecuente que las empresas ofrezcan a sus trabajadores desde café y gaseosas gratis hasta gimnasio inhouse. ¿Por qué, entonces, no se les ocurre brindar orientación en cuestiones de índole impositiva, contable o legal?

Esto se preguntó Diego Cutignola después de familiarizarse en los Estados Unidos con el sistema de programa de ayuda al empleado (PAE o, en inglés, EAP, Employee Assistance Program), donde existe desde los años 70.

Contador público por la UCA, Cutignola ya tenía su propio estudio contable –que mantiene– pero, además, es programador informático. “Siempre me gustó combinar los dos mundos, para darle una vuelta de tuerca a la profesión de contador, que es tan antigua”, cuenta. Por esto, cuando conoció los EAP, viendo que actualmente se instrumentan mediante plataformas y apps, se le ocurrió ofrecer este servicio a grandes empresas en la Argentina.

Se asoció con el abogado –también graduado por la UCA y que también tiene su propio estudio — Nicolás Grinenco, y la plataforma de Professia estuvo lista en 2013. “Ya veníamos asistiendo a grandes organizaciones a través de cursos o charlas, pero fue con Professia que terminamos de formalizarlo”, dice Cutignola.

El servicio es una adaptación a la cultura argentina del concepto EAP. Lo cual no fue difícil porque, por empezar, en los últimos años la complejidad fiscal con que deben lidiar los empleados en relación de dependencia se incrementó muchísimo, empezando por el impuesto a las Ganancias.

Preguntas frecuentes “Damos asistencia contable, impositiva, legal y laboral a los empleados de las empresas clientes nuestras”, Cutignola. “A la organización se le entrega una plataforma web con el look & feel de ella, como si la hubiera creado el cliente. Ahí se van subiendo desde videos tutoriales hasta PDF de ayuda, pasando por recordatorios y alertas.” También hay un servicio de chat para quien quiera hacer consultas específicas.

Aunque 80% de las preguntas son sobre cuestiones impositivas, éstas también pueden tratar sobre qué trámites hacer si se tuvo tras un accidente con el auto, aunque no haya sido in itinere (en viaje al trabajo); qué requisitos cumplir para contratar a una empleada doméstica en blanco, o revisar un contrato de alquiler. O, incluso, los vericuetos legales y patrimoniales de un divorcio.

Una vez respondida cada consulta –para lo cual, a veces, un asesor de Professia se contacta telefónicamente con el empleado–, se hace una encuesta de satisfacción. “Un caso paradigmático fue el de una mujer que nos pidió asesoramiento para que su prepaga le cubriera un tratamiento de fecundación in vitro”, recuerda Cutignola. “Nuestros abogados la guiaron y su respuesta a la encuesta fue un largo texto de agradecimiento. Nos emocionamos, pero también confirmamos que es imposible que, con un servicio así, la empresa no sume en materia de lograr compromiso de parte de sus empleados Y de demostrarles que está comprometida con ellos”, añade.

Al consultante se le garantiza la confidencialidad. La única limitación es que, si hay un conflicto de intereses con la empresa cliente –por ejemplo, una pregunta sobre el recibo de sueldo o las licencias–, se le responde que canalice la pregunta a través del área de RR.HH.

Los ingresos de Professia provienen de un cargo que se le cobra a la empresa según la cantidad de empleados a quienes les brinde el servicio (algunas se lo dan a todos; otras, sólo a los jerárquicos). El precio es bajo “porque no todos hacen todos los meses una consulta”, observa Cutignola. “Apuntamos a empresas que tengan más de 500 trabajadores pero, además, muchas inquietudes se resuelven viendo el material que subimos a la web; no llegan a plasmarse en preguntas”, concluye.

FUENTE: Ieco Clarín, por Paula Ancery. 18-09-2016

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